16.12.11

Is it just obssesion?

      -Estaba rico mamá. Subiré a mi cuarto- Dije luego de cenar. Rápidamente cerré la puerta de mi habitación y me senté junto a la ventana, como es costumbre, a observarlo a él. Sí, sí, a él… mi vecino, Nicholas. Lo sé, suena extraño, pero eso hago hace ya más de tres meses.
No sé cómo pasó, pero me enamoré de él. Me enamoré perdidamente. No puedo evitar mirar como sonríe cuando pasa caminando por mi cuadra o como el viento mueve de una manera exquisita sus rizos cuando sale a correr cada mañana con sus auriculares puestos.
Lamentablemente la vida es muy ilógica, bueno… mi vida es ilógica. Yo sé su nombre, su edad ¡Hasta su cumpleaños! Pero él, él no sabe quien soy, no sabe nada sobre mi.
¿Estará bien soñar con Nicholas cada noche? ¿Estará bien escribir su nombre por todos lados? ¿O realmente estoy loca?
En este momento es mi realidad, es lo que siento y no quiero que cambie.
No sé si es peor enamorarse de alguien que ves en la televisión, que puedes ver todos los días en un enorme póster en tu pared o de alguien que está a metros de distancia, tan cerca que puedes sentirlo… pero no tocarlo porque ni siquiera sabe que existes.
Una lágrima escapó de mis ojos, otra salada lágrima que lloro por él. Lamentablemente mis esperanzas caen, van desapareciendo quedando en la nada misma, quizás es sólo una obsesión y prefiero que así lo sea porque en este momento siento que sufro en vano.
Me alejé de la ventana, ese “pasadizo” a esa realidad que yo quiero para mí. Decidí salir a caminar, a despejarme. No puedo hablar con nadie de esto, nadie me entendería, no harían más que juzgarme. Tomé mi abrigo y salí, el Sol era mi única compañía. Caminé unas cuantas cuadras hasta llegar a una plaza, el cansancio arribó a mí por lo que me senté en uno de los bancos que estaba más cerca.
Los minutos pasaban y yo… y yo sólo pensaba, no podía dejar de hacerlo. Suspiré, un suspiro profundo que dejaba ver lo sola que me sentía en ese momento, lo confundida y exhausta que estaba. Bajé la mirada y sin saber cómo pasó, alguien estaba frente a mí, lo supe porque vi sus zapatos casi pegados a los míos. Levanté mis ojos e increíblemente llegué a lo peor, imaginarme a Nicholas justo ahí –Claro, eso faltaba- pensé por un momento hasta que me habló.
-Hola… Rocío ¿No?- Era real estaba ahí y…y… sabía mi nombre.
-Eh si, así me llamo- Lo sé, una respuesta no del todo coherente pero el “shock” me controlaba.
-¿Puedo?- dijo señalando el espacio que quedaba al lado mío en ese frío banco. Asentí con la cabeza y se sentó cerca de mí –Soy Nicholas, bueno supongo que lo sabías- No capté lo que quiso decir, de todos modos fue gracioso para mí.
-Si, lo sabía- reí para mis adentros. La timidez me estaba jugando en contra y la confusión también- Y… ¿Querías algo?- DIOS ¿Qué acabo de decir?
-Conocerte más, digo somos vecinos hace bastante ¿No?- La vida no tenía sentido en ese momento ¿O sí?
-¿Más? Digo- lo imité- no me conoces nada- reí.
-¿Nada? Mejor dicho “casi nada”- recalcó con comillas.
-¿Qué sabes sobre mi? ¿Mi nombre?- de nuevo reí, no pude evitarlo.
-Sé más que eso, por ejemplo tu hobbie- dijo serio. Lo miré extrañada esperando alguna señal, una respuesta- Sé lo mucho que te gusta espiar a tus vecinos desde la ventana de tu cuarto -El que reía ahora era él y yo…bueno no pude controlar el rojo de mis mejillas –Tranquila, ese es un buen pasatiempo para mí también. Sólo que cuando quería espiarte me ganabas el puesto- me guiñó el ojo.
- Eh…Eh…- titubeé demasiado, me dejo sin palabras. Cómo iba a imaginármelo.
-Tengo una idea, Ro ¿Te puedo llamar así no?- Asentí – Genial, vamos a tomar un helado. Yo invito- sonrió de una manera perfecta, lo mejor era que esa sonrisa estaba destinada para mí – Voy a tomar tu silencio como un: Claro Nick, vamos- comencé a reír.
-Vamos Nick- dije con mucha confianza.
Caminamos juntos, así es estaba caminando junto a Nicholas. Después de todo no era invisible para él como yo creía ¿Ahora que pasará? Bueno, el futuro lo dirá. Suspiré, pero esta vez un suspiro de amor.

15.12.11

Still In Love With You

 Aún recuerdo el día que nos conocimos. Aún recuerdo el día que prometiste que siempre estaríamos juntos. Todavía recuerdo las caricias, los besos, los hermosos momentos. Acaso mentías cuando decías que imaginabas un futuro donde tú y yo eramos los protagonistas? Y ahora estas ahí con ella, como si yo jamás hubiese existido, como si todo lo que habíamos construido juntos se haya esfumado. Entiendo que teniamos nuestras discusiones, quien no las tiene? Pero por más que quiera olvidarlo, por más que intente borrar de mi memoria ese momento, aún recuerdo el dia que me dijiste adiós.
- Amiga, me estas escuchando? - Giselle, mi mejor amiga, me desperto de mis pensamientos, en cuales solo pensaba en él. - Ya deja de pensar en Joe, lo que paso, pasó. Debes olvidarlo.
Habian pasado dos meses desde que Joseph rompio conmigo. Lo que me destrozó fue que al mes empezó a salir con Jessica, una chica hermosa. Me sentia vacia sin él.
- Es fácil decirlo, pero creeme, no es tan fácil olvidar a la persona con la que estuviste dos años, y compartiste tantas cosas. - agarré mis cosas y salí de la clase una vez que sonó el timbre.
Amaba a mi amiga pero realmente no tenia ganas de hablar con nadie. Hoy supuestamente cumpliríamos tres años, vivimos tantas cosas en tan poco tiempo, extraño sus besos, extraño sus caricias, sentirlo.
Totalmente perdida en mis pensamientos, una voz conocida me sacó de ellos.
- ____(tn), estas bien? Me escuchas? - el echo de que me hablará despues de dos meses me sorprendio.
- Jo.. joe, si, estoy bien. - dije reincorporandome.
- Bueno, pues no parece. - sonrio. Dios, echaba de menos esa sonrisa de galán, pero odiaba que se tomara las cosas tan a la ligera. Es decir, no hablabamos desde la noche que peleamos para luego terminar. Y ahora actuaba como si nada hubiera pasado. 
Le eche una mirada desafiante, y solo siguio hablando.
- Si, como sea, te queria decir, si hoy no podrias pasar a buscar algunas cosas que... ya sabes, estan en casa... tuyas. - estaba incomodo, se le notaba a kilometros.
Con "cosas mias" se referia a que nosotros siempre intercambiabamos ropa, es decir, el siempre me daba sus sacos, y remeras, las amaba, en realidad amaba su olor impregnado, el perfume de Joseph. Muchas veces yo dejaba ropa mia en su casa, ya que casi todos los dias me quedaba a dormir en su casa.
- De acuerdo. La pasaré a buscar cuando... tu quieras.. - me dolia eso, significaba que realmente queria darle un fin a todo, aunque por lo que sé pasaron dos meses, no me ha hablado en ese tiempo, sin mencionar que tiene una novia nueva. Pero siempre tienes esa estupida esperanza de que el quizas, todavia piense en ti. 
- Si quieres puedes pasar hoy en la tarde, yo estaré allí. - dijo con una sonrisa tierna.
- Esta bien, en la tarde paso. - estaba seria, por dentro dolida, tenia ganas de llorar. Pero no queria demostrarle que aún él me importaba. Pegé media vuelta y me estaba por ir cuando su mano me frenó, agarrando delicadamente mi brazo. Lo miré y parecia triste.
- Sabes que dia es hoy, cierto? 
- Si lo sé, me sorprende que tu te acuerdes. 
- Crees que no me importas? Aún estoy intentando olvidarte, no es facil para mi.
- Estás seguro? Pues no creo que sea tan dificil para ti olvidarme, teniendo tan buena compania. - si estaba buscando que me sienta culpable, no lo iba a lograr.
- Veo que no entiendes nada, en absoluto. - la cosa se estaba poniendo tensa, pero Joe tomó aire y se tranquilizó - Sabes que, veo que no estas de humor. Asique, te veo en la tarde. 
Dio media vuelta y se fue. Y así me dejo, a punto de estallar en llanto, confundida, y con necesidad de volver a abrazarlo.
.
Estaba llendo hacia la casa de Joseph, realmente no sabia si iba a poder sobrellevar tan bien el hecho de volver a ver a su familia, sus padres siempre habian sido los mejores conmigo, y con sus hermanos tenia una muy buena relacion.
Llegué a la puerta y vacilé, pero finalmente toque el timbre. La casa Jonas era realmente hermosa, siempre lo dije. Estaba volviendo al pasado cuando por fin mi ex, dolia pero eso era, abrio la puerta. 
- Hola. - soltó una de esas sonrisas picaras, tipicas de el. Acaso me queria matar? Digamos que no era fanatico de las remeras, como sea, estaba en cuero y un jean. Supongo que queria gozarme, era un maldito. Sabia que aún me podia.
- Hola. - saludé seria y entré. Vi una bolsa, y supuse que eran mis cosas. No queria que esto tomara mucho tiempo, sino seria peor. - Esas son mis cosas? - pregunté señalando la bolsa marrón.
- Si. - contesto timido, se veia triste. Lo conocia más que a mi misma.
Sin decir palabra alguna, tome la bolsa y me dirigi hacia la puerta.
- Saluda a tu familia de mi parte. - exclamé seca. Pero antes de irme, me tomo del brazo. 
- Espera (tn) , no crees que antes de que todo termine, nos debemos una... charla?
- Joe, lo nuestro ya termino hace bastante. Tú le pusiste el final. Miles de veces quise hablar contigo, la noche de nuestra pelea fue solo una estupides y lo sabes. Pero como siempre, tú y tu maldito orgullo te cegaron. Siempre fuiste así, no te culpo. Pero me diste a entender que te daba igual si me perdias o no. - las lagrimas amenazaban con salir, y Joe estaba cada vez más cerca de mi.
- Tienes razón, soy un idiota. Fui un estupido y sé que no te merezco, pero no te das una idea de todo lo que te extraño. Tú eres la única que me conoce, la única que siempre amé, y seguiré amando. - solo centimetros separaba nuestros labios.
- Claro, estoy tan segura de eso. Por eso estas de novio con otra chica no? - se alejó unos centimetros y noté que le molestaba que le reprochara eso, pero antes de que hablara, lo interrumpí - Joe, hasta aquí, me cansé, no quiero sufrir más, me propuse olvidarte, y aunque me este costando, lo estoy intentando. Solo no me... busques, no me hables, no... solo sé feliz con quien quieras. - en ese momento diminutas lagrimas se dispararon, cayendo lentamente de mi mejilla. 
Sopresivamente llevó ambas manos a mi rostro y pegó sus labios con los mios, haciendo que mis anteriores palabras no tengan sentido alguno. Por supuesto no opuse resistencia alguna, su aliento dulzón me hacia volar. Nos fundimos en beso totalmente apasionado, nuestras cabidades bucales empezaron a abrirse, para dejarle paso a nuestra lenguas en una batalla sin fin. De a poco me fui dejando llevar, hasta que cai en el sillon, aún continuando con el beso que iba aumentando, siendo aún más apasionado. Sentí sus manos recorrer desde mis senos hasta mi cintura por debajo de mi remera, la cual de a poco fue levantandola, hasta por fin terminar en el suelo. Mientras Joe depositaba sensuales besos en mi cuello, yo soltaba pequeños gemidos. Luego volvi otra vez a mis labios, el beso se tornaba cada vez más intenso, algo que ninguno de los dos podia parar. Sentí sus manos acariciar suavemente mis pechos mientras yo mordía seductoramente su labio inferior. Luego de un rato solo quedaban su boxer y mi prenda interior, la que impedia que por fin sintiera a Joseph. Cuando ambos quedamos completamente desnudos, nos besabamos y acariciabamos con locura, pidiendo a gritos que por fin seamos solo uno. 
- (tn) - dijo agitado. 
- Si? 
- Te.. te amo, jamás dejé de hacerlo. Perdon... p por ser tan idiota.
- Shh - lo interrumpí, ambos estabamos sudando, y agitados. - Tambien te amo. 
Seguimos con el beso, cuando por fin, Joe se hizo paso entre mis piernas, acomodandose entre ellas, para así poder entrar en mi. Sus movimientos eran suaves, delicados, siempre habian sido así, siempre trataba de no hacerme daño. Cuando por fin llegamos, solo cerramos los ojos con un grito de placer que era imposible de contener.